sábado, 21 de marzo de 2020

BENEFICIOS DEL EJERCICIO A LA INMUNOLOGÍA: COVID-19

Imagen tomada de: 

En éstos momentos difíciles de encierro obligatorio por el tema del COVID-19, se están viendo muchos comportamientos irresponsables y otros muchos realmente heroicos.






Entre los irresponsables están la dejadez de ésta sociedad en cuanto al los distintos perjuicios del sedentarismo, y la creciente irresponsabilidad de entregarse sin control ni supervisión a esfuerzos extremos (tríatlon, maratones,....) con el consiguiente resultado. AMBOS ERRORES de los que no vamos a salir fácilmente gracias a las actuaciones irresponsables de youtubers, influencers y aficionados al fitness, que actúan como si tuvieran algún tipo de información veraz o formativa que los respaldara.

Mucho cuidado con eso!!

Ya he publicado muchos artículos respondiendo a la infinidad de estudios que existen para respaldar los beneficios del ejercicio bien prescrito por profesionales cualificados a muchos niveles: social, educativo, económico, y también por supuesto inmunológico.
Me parece pertinente con la que está cayendo, resaltar esto y cruzarlo con algunos datos de estudios que van saliendo sobre el COVID-19.

Filtrando los datos, sabemos por numerosos estudios de el beneficio que procura el ejercicio entre moderado y vigoroso en el sistema inmunitario, beneficiando las defensas contra infecciones, especialmente respiratorias. Pero si nos pasamos de intensidad (ejercicio extenuante), se vuelve exactamente al contrario.
La siguiente presentación lo explica muy bien de manera gráfica:

BENEFICIO DEL EJERCICIO EN EL SISTEMA INMUNOLÓGICO (D.M. Rangel González et cols.)


M. Giraldo et cols. lo deja bien claro en sus conclusiones, que resalto aquí. Os dejo también el link al estudio:

"Los beneficios del ejercicio se han evidenciado en enfermedades cardio-vasculares, metabólicas, reumatológicas, infecciosas y en cáncer. Sin embargo, la realización de ejercicio a
una intensidad alta se relaciona con efectos adversos e incluso con reportes de muerte súbita. Los hallazgos de investigaciones que relacionan los cambios inmunológicos en respuesta al ejercicio, han sugerido que la actividad física puede comportarse como un factor de estrés fisiológico o patológico de acuerdo con la intensidad, la duración o el tipo de ejercicio que se realice e incluso que puede comportarse como un factor protector o favorecedor de enfermedad cuando una personase enfrenta a un reto antigénico".

RESPUESTA INMUNOLÓGICA AL EJERCICIO

Y concluye finalmente:

"Teniendo en cuenta que la capacidad aeróbica disminuye en 1% cada año después de los 30 años de edad, que la actividad física regular detiene dicho retroceso, y que el sedentarismo y las condiciones patológicas lo aceleran, es necesario determinar una intensidad apropiada para cada persona y hacer una prescripción del ejercicio de manera individualizada."

Quienes determinan este tipo de programas no son ni médicos, ni fisios, ni instagramers, ni influencers, ni la vecina del 5º piso que hace una "tabla" y dieta milagrosas". Son los Licenciados y Graduados CCAFYDE, y así está tipificado por ley (y por lógica).

Básicamente, los científicos australianos han determinado que:

"Un equipo de investigadores de Melbourne afirma que la reacción del sistema inmunológico contra el Covid-19 es similar a la que tiene contra la gripe".

"Esta información nos permitirá evaluar a cualquier candidato a ser vacunado, ya que en un mundo ideal la vacuna debería imitar la respuesta inmunológica de nuestro cuerpo", señaló Katherine Kedzierska, jefa del equipo de investigación, al medio local australiano ABC.
Kedzierska agregó que las células que han visto "surgir" justo antes de la recuperación de la paciente son las mismas que combaten la gripe."

Recientemente ha salido el siguiente estudio que vincula directamente la inmunidad ante el COVID-19 con la llamada hormona del ejercicio: la irisina: " Irisin modulates genes associated with severe coronavirus disease (COVID-19) outcome in human subcutaneous adipocytes cell culture (doi: 10.1016/j.mce.2020.110917), de Miriane de Oliveira, Maria Teresa De Sibio, Lucas Solla Mathias, Bruna Moretto Rodrigues, Marna Eliana Sakalen y Célia Regina Nogueira, en el siguiente enlace: www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0303720720302173.

En él se desprenden entre otros 3 aspectos vitales:

  • Codifica genéticamente a la proteína a la que se debe adherir el COVID-19 para infectarla.
  • Triplica en personas mayores la defensa contra el COVID-19.
  • Descubrieron que: el " tejido adiposo aparentemente serviría como repositorio del virus". Es decir, los obesos tienen muchas más posibilidades de contraer el virus, a parte de tener menos irisina en sus metabolismos, y menos capacidad de enfrentarse a infecciones.
Aquí os dejo el enlace que lo explica:



Dicho esto, una vez más pregunto: A QUIÉN PUEDE INTERESAR QUE NO SE SEPA, O INCLUSO DIFICULTAR LA PRÁCTICA DEPORTIVA?. 
Lo vemos a menudo multando a quien hace ejercicio, obligando a la mascarilla a quienes lo practican (con todo lo que ello conlleva), y la tendencia a hacer desaparecer la EDUCACIÓN FÍSICA de los centros educativos, cuando debería ser al contrario?

Atar cabos aquí parece sencillo: si un programa de ejercicio bien prescrito por profesionales actúa haciendo el proceso de defensa contra infecciones respiratorias, de la que el COVID-19 es uno de ellos, es más fácil que el curso de ésta enfermedad sea leve o asintomática.

Artículo de El Mundo Martes, 17 marzo 2020: 
CIENTÍFICOS AUSTRALIANOS DESCUBREN LA DEFENSA INMUNOLÓGICA ANTE EL COVID-19


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