lunes, 10 de noviembre de 2014

ALGUNAS FALSAS CREENCIAS Y ERRORES POPULARES EN DEPORTE Y ACTIVIDAD FÍSICA


Los mitos en el deporte han sido influenciados en gran medida por los medios de comunicación, por la televisión y por los entrenadores no especializados, O EL INTRUSISMO PROFESIONAL. La ausencia de una formación adecuada (el 40% de los supuestos profesionales del sector NO TIENEN NINGUNA CUALIFICACIÓN al respecto, y habría que ver cuántos de entre el otro 60% posee la cualificación adecuada), son algunos factores que han constituido un frente de mitos, que perjudican aún en la actualidad, ya que es muy fácil identificar a algún conocido que predique estos mitos como verdaderos axiomas fisiológicos. Mi intención no es desacreditar a aquellas personas, si no cumplir como profesional del entrenamiento y la enseñanza del deporte, mostrando cual es la realidad y explicando desde el punto de vista científico el comportamiento fisiológico del organismo ante estas ideas falsas. Hasta que, siempre utilizando el método científico, alguien no demuestre lo contrario, la situación real es la siguiente:

El mito de que cualquier ejercicio físico o deporte es adecuado para la salud. 
Según encuestas realizadas en España se ha comprobado que los españoles cada vez practican más deporte, ya no solo por que tengan tiempo libre sino por la concienciación de que es bueno para la salud. Pero existe una idea generalizada bastante incorrecta que se tiene de la práctica del ejercicio físico, son los beneficios que se dicen obtener en el ámbito popular sobre la salud haciendo un ejercicio sin indicar con precisión el volumen e intensidad de dicha practica. Hay que señalar que el ejercicio físico también puede tener como contrapartida una serie de efectos negativos, sobre todo cuando es realizado inadecuadamente. Existen tres fuentes diferentes distorsionadoras de los efectos y beneficios:

La idea de que es una especie de panacea. La gran imprecisión sobre cómo realizarlo, en cuanto al tipo de ejercicio, volumen, frecuencia e intensidad. El desconocimiento básico de por qué y en qué circunstancias se generan los efectos deseados. Estos hechos suelen ir asociados a prescriptores de ejercicio con escasa o nula formación.

En contraposición a la salud aparece el deporte de Élite, que para este fin se utiliza métodos y medios de entrenamiento que exceden los niveles de actividad fisiológica definidos como saludables, en este exceso revierte la aparición de alteraciones en el organismo que desembocan en un funcionamiento inadecuado de los sistemas orgánicos.

El mito de que sudar abundantemente es adecuado para perder peso.
Y en clara asociación, el mito de que la sauna es adecuada para adelgazar. La obesidad y fundamentalmente, el sobrepeso, afecta a un amplio sector de las sociedades industrializadas y un importante porcentaje de ellas desean perder peso, especialmente las mujeres. Las causas, aunque diversas, se deben especialmente a una mala dieta equilibrada, con exceso de calorías y sedentarismo; tal situación ha llevado a que diferentes personas se planteen el reto de perder peso con ejercicio físico, sin embargo tienen una idea muy errónea del modo de hacerlo y muchas de ellas piensan que cuanto más se suda más grasa se eliminan y para ello utilizan fajas, ropa gruesa o exceso de ella, o simplemente acuden a la sauna, sin pensar que estos métodos sólo logran eliminar agua y que el cuerpo puede llegar a deshidratarse. De hecho no son pocos los problemas graves que se han dado por salir en pleno verano, a medio día y cubierto con mucha ropa a correr para sudar más....

En definitiva, nos demuestra que quienes quieren adelgazar utilizan métodos inadecuados que pueden llegar a afectar a nuestra salud. Y se olvidan de que lo mejor es consultar al profesional del deporte especializado.


El mito de que las agujetas desaparecen tomando bicarbonatos o agua con azúcar.
Cuando una persona realiza ejercicio físico tras haber estado carente de este, se produce una microrroturas en la unión músculotendinosa, denominado coloquialmente agujetas o "doms". Se cree que se producen por los cristales de lactato y por ello se ingiere azúcar con agua y bicarbonatos sin darse cuenta que esto ni alivia el dolor ni hace nada. El doms dura entre 2 y 4 días, y no hay nada que lo quite: pero sí se puede atenuar el dolor, realizando cuanto antes ejercicio de bajo impacto, estiramientos, y una dieta rica en carbohidratos, y una buena hidratación.



El mito de que el trabajo de fuerza (pesas o musculación), hace que te quedes "enano", y no crezcas:
Este dicho se debe al mal entendido popular de "si haces pesas te puedes romper el cartílago del crecimiento cuando eres


niño". Ese cartílago del crecimiento es una estructura anatómica que tenemos todos, pero que en fases de crecimiento es muy delicado y es fácil provocar una inflamación o tendinitis. Sin embargo, con ejercicios adecuados, y siguiendo el Principio de Entrenamiento de Adecuación de la Carga, es un ejercicio que provoca la segregación de precusores hormonales del crecimiento, y por lo tanto lo favorece. A demás hay pocos ejercicios que concentren en músculo y hueso la sangre de forma más eficaz; y la sangre es el transporte de "alimentos" de dichos órganos.

Aquí os dejo el link de un artículo de un compañero que es doctor y profesor en la universidad: ARTÍCULO DE JESÚS RIVILLA


El mito de que el flato es provocado por la ingestión antes de o durante la práctica del ejercicio físico.
Cuando se realiza una práctica deportiva, en ocasiones puede producirse un dolor agudo en el costado derecho, el flato, un mito sobre él es el beber agua antes o durante el ejercicio, pues bien, se debe a diversas causa entre las cuales destaca:
La gran desviación del flujo sanguíneo hacia estos músculos, como se produce un ajuste inmediato del riego sanguíneo a los músculos, algunos de éstos, como los respiratorios, se ven forzados a satisfacer sus elevadas demandas enégeticas sin el flujo sanguíneo adecuado, produciéndose una situación de isquemia, debido al incremento de la frecuencia y profundidad de la respiración. Por tanto, las grandes demandas metabólicas de los músculos respiratorios, que no pueden ser satisfechas, crean una situación de isquemia de estos músculos y se produce el síntoma denominado flato.



El mito de que cuando haces pesas, y luego lo dejas, el músculo se "transforma en grasa":
Esta es una de mis favoritas: imagínense que el proceso bioquímico de la putrefacción no existiera, y que dejamos un suculento solomillo de carne libre de grasa, quieto encima de una mesa durante 6 meses. Y que al volver, se ha convertido en un montón de....PANCETA. Eso no es posible: no existe el proceso por el cual la célula de proteína estructural se transforme en adipocito. Lo que ocurre es que al dejar de entrenar se pierde (evidentemente) masa y tono muscular, y si no se tiene cuidado con la alimentación, se une a demás que el abandono de la práctica deportiva engorda.



El mito de la pérdida localizada de tejido adiposo, centrado en la pérdida de grasa abdominal con la realización de ejercicios abdominales. 
Esta me hace particularmente gracia: son muchas las personas que se plantean reducir la adiposidad en la zona abdominal, y realizan ejercicios abdominales con tal fin. Es absolutamente imposible conseguir una pérdida localizada de grasa, ya que el lugar desde el cual provienen los ácidos grasos como combustible durante el ejercicio depende de factores genéticos, morfológicos, hormonales, etc. Así se pierde grasa allí donde más hay acumulada y no existe ningún ejercicio que sea capaz de hacer desaparecer las grasas de una zona concreta. La explicación de aquellas personas de que después de hacer un ejercicio se vean menos volumen en la zona ejercitada se debe a una redistribución de la grasa por efecto de la elevada temperatura, pero finalizado el ejercicio se recupera su homeostasia.


El mito de que el ejercicio provoca hambre y hace que se ingiera más alimento.
Se cree que después de hace ejercicio se produce un aumento de apetito y por ello muchas personas que hacen dieta no hacen ejercicio para luego no pasar tanta hambre, pues eso es mentira, el problema nace de dos vías diferentes: Se espera adelgazar rápidamente y a corto plazo, y eso es imposible. La duración del ejercicio normalmente es inadecuado. Estudios recientes han demostrado que el ejercicio moderado tiende ha disminuir, en realidad, el apetito durante varias horas después de realizar el ejercicio, y que durante este tiempo hay que cubrir las necesidades hídricas del organismo.


El mito del consumo de proteínas comerciales para aumentar la masa muscular.
Personas que realizan ejercicio físico, especialmente culturistas, caen en la moda de tomar grandes dosis de proteínas en forma de suplementos es imprescindible para aumentar la masa muscular. Los medios de comunicación son los responsables más directos de estos productos que garantiza el aumento de la masa, cuando en realidad lo único que hacen es secarte el dinero. Es posible, que en los casos de no dedicación completa, estoe tipo de suplementación pueda ser útil, pero siempre supervisada por un profesional cualificado (como siempre). No hagáis caso de lo que se dice, porque en un gran número de ocasiones, son falsedades.
En algún momento escribiré a cerca de la cantidad de proteína que es capaz de sintetizar y utilizar el cuerpo humano, porque hay varias teorías.

La masa muscular depende de dos factores principales:
  • Extrínsecos: basados en una dieta y trabajo con el descanso adecuado. De hecho, muchos culturistas dicen que "se crece más (muscularmente) durmiendo que entrenando o comiendo". Esto es porque se necesita dormir lo suficiente, como para que en determinada fase del sueño (y sólo en ella) el cuerpo segregue por sí solo la famosa Hormona del Crecimiento. Así que... chicos: es necesario dormir una buena cantidad de horas para recuperarse del esfuerzo, y para crecer.
  • Intrínsecos: referido a factores morfológicos, hormonales, etc. Así, el tamaño muscular depende de una buena programación del entrenamiento (incluída dieta y descanso), entrenamiento (que debe diseñar un profesional), y de las características genéticas del individuo.

El mito de consumir azúcar antes del ejercicio aumenta el rendimiento.
El consumo de azúcares es asociado en la actualidad en personas sedentarias y deportistas ocasionales e incluso deportistas asiduos a un aumento del rendimiento, este consumo de bebidas azucaradas en los 30 min. Previos al ejercicio tiene un claro efecto de hipoglucémico, que provoca la fatiga.


El mito de que la aplicación de cremas con efecto termogénico (aumento de la temperatura muscular) es adecuado como maniobra de calentamiento.
Esta práctica está especialmente extendida en el pelotón y entre entrenadores poco formados. La aplicación de estas cremas supone un aumento de la temperatura de la zona aplicada, pero no del músculo.
De hecho, contaré la anécdota de que, en una de estas imágenes en post que se mandan por Facebook, se veía a una chica impresionante entrenar duro en el gym, con una frase que rezaba: "Si a mí me cuesta, imagínate qué vas a conseguir tú huntándote cremitas en el sofá".

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